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Vestir sin complacer un reto en la modernidad.

Desde tiempo antaño el vestir ha sido una forma de complacerse, una manera de encontrarse a uno mismo entre prendas que expresan algo y muestran sutiles rasgos de la personalidad del portador. Sin embargo, a pesar de ser un ritual íntimo, con el constante bombardeo visual que se presenta en redes sociales sobre cómo se visten las "it Girls" o los constantes artículos que dictaminan un estilo nuevo cada 3 días, han hecho que para muchos el vestir sea un acto que más allá de autocomplacerlos, busca complacer al ojo externo.

Está bien, no vamos a negar que vestir es una forma de hacerse notar, por lo tanto, el acto en sí busca llamar la atención de una u otra manera. Incluso, me atrevería decir que la forma en la que nos vestimos quiere generar siempre una impresión en el otro, ya sea para bien o para mal; vestir tiene como finalidad hacerse un espacio en el pensamiento ajeno.

Llamar la atención y causar sensaciones en los otros gracias a la vestimenta no esta mal ¿cuál sería el punto de vestir si no levantáramos alguna mirada de admiración, curiosidad o envidia? El problema radica cuando se empieza a crear un ritual de vestuario que gira en torno a la satisfacción ajena y no a la propia, cuando dejamos de lado nuestros gustos para darle gusto al resto a través de lo que usamos.

En medio de la sociedad de consumo masivo que vivimos el fenómeno anterior es tan común que llegamosa confundirlo con “arriesgarse” o “salir de la zona de confort” cuando la realidad es otra; personas fingiendo e intentado adaptarse a algo que poco o nada tiene que ver

con ellos mismos, buscando desesperadamente aprobación o retribuciones positivas sobre su vestimenta solo para encajar en una sección social que demanda consumir nuevas tendencias (así no sean de su gusto) a diestra y siniestra.

El tip infalible para no caer en ello ( o salir de ello si te sientes identificado) es encontrarse; buscar en nuestra esencia algo que nos identifique, proyectarlo a través del vestuario y construir una imagen; no importa si lo tuyo son prendas atemporales, a la moda, básicos, tropicales, etcétera. Lo importante es disfrutar el vestir y tomarlo como una forma de expresarse, como un lenguaje no verbal que dará a entender quién eres y, en segundo plano, tomarlo una manera de generar diversas sensaciones en el otro, sin que esto se convierta en la única razón por la cual decides vestir como lo haces.

Hasta muy pronto

Cam.♡ 

Glam by Cam ©
María Camila Hurtado Hernández
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Medellín 
Colombia
Última actualización Septiembre/2017
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